Desde Ecoplagas, empresa de control de plagas de insectos voladores en Alicante, te hablamos de un insecto vital para el ser humano. Conoce más a fondo a las abejas; te sorprenderán.
A veces no nos paramos a pensar en lo maravillosa que es la naturaleza y quienes la habitan. Por eso hoy venimos con un tema diferente a la par de que entretenido: las abejas. Esos pequeños insectos voladores que, a pesar de su tamaño, son tan grandes al mismo tiempo y son capaces de lograr cosas increíbles. Comencemos.
Las abejas son los insectos polinizadores más importantes de las plantas con flor.
Se conocen más de 20.000 subespecies distintas y se les considera responsables (junto a otros polinizadores como mariposas, escarabajos, murciélagos y colibríes) de la polinización del 35% de los cultivos mundiales según la ONU. Y del 75% de los cultivos alimentarios del mundo. Este proceso, involuntario, lo llevan a cabo durante la recolección de néctar y polen para su alimentación.
Están presentes en casi todo el mundo
Las podemos encontrar en todos los hábitats donde haya plantas con flor, de todos los continentes, a excepción de la Antártida.
La mayoría de las especies son solitarias. Sin embargo, también existen varias especies semisociales. Y más o menos un 10% de ellas, sociales, como la abeja doméstica (Apis melífera), cuyo comportamiento está ampliamente estudiado. Y es que la apicultura, como método de control de abejas y enjambres, se lleva practicando desde el Neolítico (de 7000 a 4000 años a.C.), ¿Lo sabías? Es alucinante.
¿Cómo se clasifican las abejas domésticas y cuál es su función en la colmena?
Las abejas domésticas viven en colmenas, formando un superorganismo. Donde la importancia de cada individuo, se sacrifica en valor de la colectividad de la colmena.
Se dividen en 3 castas o clases: Reina, Obreras y Zánganos.
Los zánganos son las abejas macho de la colmena. Surgen en primavera y tienen una vida media de 3 meses. Su función principal es la de fecundar a una nueva reina, durante los vuelos de fecundación, muriendo tras el apareamiento. También colaboran en la producción de calor de la colmena.
Las obreras son hembras infértiles. Provienen de huevos fecundados y son alimentadas con jalea real durante los 3 primeros días de su etapa larvaria. Las nacidas en primavera/verano tienen una vida media de unos 45 días. Y las nacidas en invierno pueden llegar a los de 3 meses, o más, debido a que alargan su estadio larvario y disminuyen su actividad. Son las encargadas del mantenimiento de la colmena, realizando labores de limpieza de la misma (limpiadoras). Cuidan de las larvas (nodrizas), construyen y mantienen los panales de cera (cereras). Y se encargan de almacenar el alimento (almacenadoras), protegiendo la piquera de la colmena de depredadores (guardianas), refrescando y ventilando la colmena (ventiladoras). Y además, recogen néctar, polen, propóleo y agua (pecoreadoras).
La reina es la única hembra fértil de la colmena, viven una media de 3 años, pudiendo llegar hasta los 6. Aunque su capacidad para poner huevos va disminuyendo conforme envejece. Los huevos fecundados darán lugar a abejas obreras, y los no fecundados a zánganos. Las nuevas reinas aparecen cuando la colmena es muy grande (muchos individuos) y disminuye la producción de feromonas que la mantiene cohesionada. Entonces, las nodrizas preparan la celda real para albergar a un huevo fertilizado, del que nacerá una larva que será alimentada durante toda su vida con jalea real. De ella emergerá una nueva reina virgen que, tras ser fecundada por los zánganos, ocupará el lugar de la primera en la colmena.
Llegado ese momento, la antigua reina se coloca en la piquera y recluta a todas las obreras que puede, a través de la liberación de feromonas. Éstas, se cargan de miel y polen y salen por millares de la colmena y comienzan a volar en círculos, mientras se van sumando más individuos, creando una densa y sonora nube, compuesta por obreras, algunos zánganos y, finalmente, la vieja reina.
Una vez la reina también se encuentra en vuelo, las abejas se dirigen hacia un punto concreto, elegido previamente por las exploradoras, formando una enorme bola o “piña” de abejas. En dicho punto descansarán durante un tiempo indeterminado (varias horas o incluso más de un día). Y hasta que las exploradoras hayan encontrado un lugar definitivo en el que establecer la colmena.
Aumenta el número de enjambres de abejas en zonas urbanas; ¿a qué se debe?
Cada vez con más frecuencia, estamos encontrándonos con la presencia de enjambres en zonas urbanas o periurbanas.
Según la Fundación Amigos de las Abejas, esto se debe a que cuando el enjambre echa a volar, en su entorno más cercano solo encuentra monocultivos. Que por lo general, están tratados con potentes pesticidas. Y bosques degradados, mientras que en los parques y jardines urbanos hay una mayor variedad de especies florales con menor concentración de herbicidas y pesticidas.
Además encuentran amplios huecos donde establecer sus nidos en aleros, ventanas, juntas de dilatación, tambuchos de persianas, huecos de árboles de gran porte, etc.
Aunque la visión de una piña de abejas, especialmente en el interior de la población, puede resultar alarmante, generalmente un enjambre reciente no pica ya que, por un lado, las abejas se encuentran cansadas del viaje, teniendo en cuenta que además van sobrecargadas de miel y polen para el trayecto. Por otro lado, y a excepción de la reina, no tienen qué proteger (no tienen huevos, ni larvas, ni reservas alimenticias que preservar, como en el caso de la colmena). Su defensividad irá creciendo conforme avance el tiempo, por lo que es importante recuperarlos. Y teniendo en cuenta la importancia de las abejas en los ecosistemas, facilitarles un lugar donde establecer su nuevo hogar.
¿Qué debes hacer si te encuentras con un enjambre de abejas?
Si nos encontramos con un enjambre, y aunque en un principio no son agresivos, lo primero que deberíamos hacer es establecer un área de seguridad para impedir que piquen a despistados y curiosos. Y las vigilaremos para que nadie las manipule, ni las moleste, o para desactivar la alarma, si deciden continuar con su viaje.
En segundo lugar, deberíamos contactar con un apicultor o asociación de la zona, con la policía local, los bomberos o el 112, o con una empresa especializada como Ecoplagas, que tomarán las medidas oportunas para proceder a su rescate.
Como hemos comentado anteriormente, una de las mejores opciones para las operaciones de rescate de un enjambre es contactar con un apicultor, especializado en el cuidado de las abejas, que en función de la ubicación donde se encuentre y el tiempo del que disponga, y con las medidas de protección necesarias, empleará uno u otro método con el fin de recuperar a las abejas, incluyendo a la reina, de forma que todas tiendan a agruparse con ella y no tiendan a volver a la ubicación original.
Si el enjambre se ha colgado o suspendido de una rama, una farola o similar, bastará con preparar un lugar donde alojarlo, y dar un golpe seco sobre el lugar donde se encuentren, para que se deprendan y caigan sobre el envase preparado para tal fin. Si estuviera en una pared, una mesa o sobre un vehículo, se cepillarán suavemente hacia el interior del recipiente.
Cuando se trata de una colmena ubicada en el interior del tambucho de la persiana, en una ventana con poco uso, en un falso techo o en la cámara de aire de un muro, un apicultor siempre buscará la manera de intentar rescatarlas, haciendo salir a la reina, y reubicándolas en una zona segura.
En ocasiones, la recuperación de los enjambres y colmenas puede ser complicada y requerir de materiales, equipos o formación adicional, bien porque las abejas hayan decidido instalarse a mucha altura, o en el interior de una pared, en la cámara de aire de un techo, etc. y sea necesario trabajar con plataformas elevadoras, instalar líneas de vida para trabajar en altura, o instalar un núcleo apícola, para la recolección de la colmena.
Podemos ayudarte a rescatar un enjambre de abejas y ponerlas a salvo
Ahora ya conoces más a fondo a las abejas. En Ecoplagas, especialistas en control de plagas de insectos voladores en la provincia de Alicante, podemos ayudarte con el rescate y la recuperación de enjambres y colmenas, tanto si se trata de una pequeña piña de abejas como si tienes una gran colmena instalada en un falso techo. Ya que contamos con la logística, experiencia y seguridad de una empresa con 10 años en el sector del control de plagas, y la técnica en el cuidado de las abejas de nuestro apicultor, de tradición familiar.
Además, te recordamos que, con el fin de concienciar sobre la importancia polinizadora de estos pequeños insectos, las Naciones Unidas declararon el 20 de Mayo como el día Mundial de las Abejas. Contacta con nuestro equipo; nosotros nos encargamos de ellas con seguridad y eficacia, y las mimaremos. ¡Y recupera la tranquilidad!